Nos pasamos la vida desempeñando distintos roles, el rol del niño, del adolescente, del adulto, del padre, del trabajador, buscamos el éxito profesional y personal, amistades, dinero, reconocimiento, …, pero pocas veces nos preguntamos quiénes somos, quiénes somos en esencia, libres de las capas y de los roles que desempeñamos.
Son numerosos los testimonios de personas que han experimentado pérdidas que nos confirman el crecimiento que han experimentado en sus vidas. Cuando nos enfrentamos a la pérdida, entonces sí, reflexionamos sobre nuestra forma de vivir y comprendemos mejor el mundo. Nos planteamos cómo queremos seguir viviendo. Es a partir de ese momento cuando la vida se enriquece, por que valoramos lo verdaderamente importante, y estamos en paz con nosotros mismos. Cómo se cita en el libro, una persona dijo una vez “ahora gozo de las imperfecciones de la vida”. Nos damos cuenta que las cosas más importantes para vivir una vida plena, no son cosas.
Cuando nos deshacemos de todo, somos nosotros, el ser auténtico. La clave en esta vida es descubrir esta autenticidad en nosotros, y en los demás.
Miguel Ángel veía ante el trozo de mármol que tenía delante la estatua que quería pulir, ahí dentro del bloque de mármol estaba el David, o la Piedad, “solo” tenía que ir quitando el mármol sobrante porque la estatua, para él, ya estaba ahí dentro. Simple, ¿eh?
Eso tenemos que hacer nosotros para ser personas auténticas, quitar todos los sobrantes que nos rodean, quitar todo ese mármol, los obstáculos que nos impiden ser quienes somos…
Todos tenemos un lado positivo y un lado negativo, es esencial conocerlo y admitirlo, para que el péndulo que oscila entre ambos polos se incline más tiempo hacia la positividad y nos ayude a convertirnos en una persona íntegra.
Una cosa es cierta, cada uno de nosotros somos seres únicos, nunca habrá otro igual, nunca habrá otro yo. Es importante descubrir a lo largo de nuestra existencia quién es el yo auténtico y cuáles son los roles que tenemos asignados.
“Nos gusta la gente que es real, más que los que ocultan su verdadero ser bajo capas de refinamientos artificiales”
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