Hago un algo en las Lecciones-de-Vida de Kübler Ross, para rescatar algunas reflexiones de Shakespeare.
William Shakespeare, como todos sabemos, fue un gran dramaturgo, que además poseía un gran conocimiento de la naturaleza humana.
Describió a grandes personajes con una intensa carga emocional y trató numerosos temas centrales de lo que hoy conocemos como psicología y el comportamiento humano. En sus obras podemos descubrir un amplio abanico de perfiles psicológicos.
Así, nos habló de la tragedia del amor de Romeo y Julieta, de la inteligencia y la duda de un neurótico Hamlet, de la maldad de Ricardo III, de los celos de Otelo o del poder de Macbeth. Pero también, tiene una orientación positiva y en alguna de sus últimas obras (La tempestad) nos habla de conceptos como la bondad y la motivación.
Shakespeare ha escrito sobre la introspección, sobre los sueños, sobre la fantasía y la realidad. Incluso ha dado nombre a algún trastorno delirante como el síndrome de Otelo (celos patológicos).
La lectura de las obras de Shakespeare nos puede aportar una ingente cantidad de información del entendimiento humano. Más allá de su famoso “ser o no ser” de Hamlet, nos ha dejado múltiples frases para la reflexión. Destacamos aquí alguna de ellas, tal vez alguna de ellas coincida con tu momento vital:
- En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser.
- El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho
- Lloré cuando no tenía zapatos, pero dejé de llorar cuando ví un hombre sin piernas.
La vida esta llena de bendiciones, algunas veces no las valoramos. - Sabemos lo que somos, pero no lo que podemos llegar a ser
- El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos
- Si todo el año fuese fiesta, divertirse sería más aburrido que trabajar
- El peor pecado hacia nuestros semejantes no es odiarlos, sino tratarlos con indiferencia; esto es la esencia de la humanidad
- El tiempo no vuelve atrás, por lo tanto, planta tu jardín y adorna tu alma en vez de esperar a que alguien te traiga flores
- Estamos hechos de la misma materia que los sueños y nuestra pequeña vida termina durmiendo
- Ten más de lo que muestras; habla menos de lo que sabes
- Los viejos desconfían de la juventud porque han sido jóvenes
- No merece gustar la miel quien se aparta de la colmena porque las abejas tienen aguijón
- Fuertes razones, hacen fuertes acciones
- Asume una virtud si no la tienes
- Deja en libertad a tus ojos: contempla otras bellezas
- Es más sencillo obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada.
- Malgasté mi tiempo, ahora el tiempo me malgasta a mí.
- Mejor que con palabras la sinceridad se muestra con acciones.
- El mundo es un escenario, y todos los hombres y mujeres son meros actores.
- Cuidado con la hoguera que enciendes contra tu enemigo, no sea que te chamusques a ti mismo.
- Ocurra lo que ocurra, aún en el día más borrascoso las horas y el tiempo pasan.
- La conciencia es la voz del alma; las pasiones, la del cuerpo.
- Aunque seas tan casto como el hielo y tan puro como la nieve no escaparás de la calumnia.
- Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras
- Un hombre que no se alimenta de sus sueños, envejece pronto
- Sea como fuere lo que pienses, creo que es mejor decirlo con buenas palabras
- Es mejor encender una vela, que maldecir la oscuridad
- Para lograr éxito en cualquier asunto se necesita una cierta dosis de locura.
- Una rosa huele a rosa aunque se le dé otro nombre.
- Cuanto mejor sea el objetivo, más precisa es nuestra puntería.
- La desconfianza en nosotros mismos es un enemigo traidor que nos priva de hacer muchas cosas buenas, sin más razón que la de no resolvernos e intentarlas.
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