Cada vez recibo más consultas de gente asustada porque «no siente», ni lo bueno ni lo malo. Nada les inquieta ni les perturba y se consideran una especie de bicho raro. No saben expresarse ni comunicarse y creen que tienen alguna alteración orgánica que les esta bloqueando. No identifican sus propios sentimientos, el cuerpo sí siente pero la mente no reconoce. Se quejan de síntomas somáticos, dolores crónicos, puntos gatillo, problemas digestivos, …. La palabra que define esta incapacidad para expresar con palabras los sentimiento y emociones es alexitimia.
Alexitimia: etimológicamente deriva de tres vocablos griegos A (sin) Lexi (palabras) thymos (emoción), esto es, falta de palabra para los afectos. Se refiere a la incapacidad para expresar los afectos a través de las palabras.
Inicialmente fue definido por Sifneos como explicación de los trastornos psicosomáticos en pacientes con una supuesta patología física. Actualmente el concepto se ha ampliado y engloba 4 dimensiones:
- Dificultad para identificar emociones.
- Dificultad para expresar o comunicar emociones.
- Reducción de ensueños y fantasías. Dificultad para la fantasía
- Pensamiento orientado externamente: descripciones detalladas pero carentes de contenido emocional.
Se podría considerar como una especie de ceguera emocional que puede ser perjudicial para nuestra salud. Ya que el fracaso en reconocer y experimentar sentimientos de cualquier tipo (propios y ajenos) interfiere en nuestro sistema nervioso y constituye un factor de riesgo en el desarrollo de enfermedades físicas como el asma, problemas digestivos, fibromialgia o dolor crónico.
Aparece en ciertos problemas mentales como la ansiedad, la depresión, y problemas disociativos, pero se da sobre todo en pacientes con problemas psicosomáticos que se quejan de problemas físicos. Una persona puede experimentar rabia en un determinado contexto y otra con Alexitimia experimentaría probablemente un dolor de estomago.
Tras una evaluación de pacientes que padecen alexitimia es frecuente encontrar que estas personas han experimentado algún acontecimiento traumático a lo largo de su vida y en ese momento, no han podido o no han sido capaces de «sentir» nada porque las emociones eran demasiado dolorosas para dejarlas salir y reconocerlas a través de las palabras. Las personas que han sufrido algún hecho traumático pueden perder la capacidad de reconocer y expresar las emociones, es un mecanismo de defensa, si no se verbaliza no existe, si no se piensa no existe. Y se silencia. Se bloquean y desconectan de su vida emocional.
Sin embargo, las emociones no desaparecen, permanecen guardadas en el cajón de las emociones del sistema límbico, y tarde o temprano acaban saliendo, probablemente en forma desbordada o en forma de alteración física.
El sistema límbico pertenece a lo que algunos autores llaman el cerebro emocional, el centro de control de las emociones. Esta conectado con el neocortex, que es la parte del cerebro evolutivamente más moderna y la que nos distingue como seres humanos. En el neocortex está la razón, la parte cognitiva, el pensamiento, las palabras, el lenguaje. El sistema límbico, además, esta en contacto con el sistema nervioso autónomo que transmite información hacia la parte inferior, hacia el cuerpo.
Cuando se produce un evento traumático, simple o complejo, https://epv-psicologia.es/trauma/, puede ocurrir que la vida de comunicación entre el Sistema límbico y el neocoxter se bloquee de forma que no podamos pensar sobre lo ocurrido y no le podemos palabras,. La comunicación se ha cortado. Se origina la alexitimia.
Sin embrago, la información sí se ha transmitido al resto del cuerpo, pero, al no estar reconocida por la mente pensante, el cuerpo la interpreta en forma de dolor, de contractura muscular, de problemas digestivos, problemas dermatológicos, es decir, somatizamos.
Existen distintas técnicas de regulación emocional que ayudan al manejo de las emociones de forma más funcional y adaptativa. En relación con las emociones te invito a que leas también: https://epv-psicologia.es/ventilacion-emocional/
En cualquier caso, para reconocer las emociones hay que pensarlas y hablarlas, incluso soñarlas. Cuando se duerme y se entra en fase del sueño REM las experiencias vividas se procesan y reinterpretan. Si es demasiado doloroso un profesional de la psicología puede acompañarnos en el proceso de reconocer, aceptar, y soportar nuestro dolor.
0 comentarios